
A todos los que me conozcáis mucho:
Podéis matarme o maltratarme tanto cuanto gustéis, pues todavía no he visto Amélie y llevo con ella en mi haber desde el martes y es que una serie de infortunios (no demasiados) han hecho que no consiga verla nunca.
Esta tarde era el momento ideal para verla ya que no hay nadie en casa y podría expresarme libremente y sin vergüenza a que me vean. Pero me temo que no va a ser posible. Además, después de no se cuánto tiempo, al fin nos reunimos para celebrar una magnífica sesión de cine vespertina. Hoy, 2001: una odisea del espacio de Kubrick. No sé si hoy es el mejor día para verla, porque un domingo por la tarde... Pero, ¿quién puede resistirse a una gran película?
Hoy me siento un poco mejor, mi ojito derecho ha estado escuchándome al menos una hora y no mostraba signos de compasión por ningún lado, lo cual me ha alegrado bastante. Tanto rato hablando me ha hecho conocerme un poquito más.
El año que viene echaré tantas cosas de menos... Espeluznante. Me sobrepasa, pero creo que es una buena señal.