lunes, 27 de abril de 2009

¡Qué agobio!

Lugares que nunca conoceré.
Música que nunca escucharé.
Personas con que jamás hablaré.
Suelos que jamás pisaré.
También libros que jamás leeré.
Idiomas que jamás hablaré.
Vidas que jamás viviré.

Como dice un amigo de pelo rizo "Todo es un desastre".

lunes, 13 de abril de 2009

Delirios de un hombre desubicado

No puedo declararme ciudadano de mi tierra. Eso sería imposible. Digamos que soy ciudadano del mundo. Eso ya lo veo mucho más factible.
Esto es, ¿cómo te atreves siquiera a pensar que perteneces a un país, una ciudad si ni siquiera te has dignado a soñar con otro sitio, con otras gentes, con otros paisajes? No soñar es inviable, porque me temo que todos somos seres humanos y soñar es inherente a nuestra condición de mortales.
No puedes sentirte de un lugar concreto porque hay un mundo desconocido por delante que te depara muchos misterios. Quién sabe qué te encontrarás entre ellos, si definitivamente eres un ser de las antípodas o si no, si estás completamente equivocado y resulta que no perteneces a ningún sitio.
Me niego a pensar, querida Jane, que moriré sin saber a dónde pertenezco o no y las cosas que jamás tocaré, los amores que nunca disfrutaré, la comida que nunca saborearé, todo lo que no tendré, porque no puedo.
Esta rabia de no saber nunca quién soy se apodera de mí, amiga. Siento que muero de angustia y no sé si algún día podré remediarla...

Muy pronto tendrás noticias mías menos desalentadoras, Jane. Pero no te preocupes por mí, por Dios santo. Sabes que soy un hombre demasiado exagerado en cuanto a nimiedades se refiere. Con todo este sermón de domingo, sabrás que estoy contento, a mi modo.

Te mando abrazos y mucho amor desde estas tierras tan lejanas.
Hasta pronto.

miércoles, 8 de abril de 2009