miércoles, 12 de agosto de 2009

Repos

Necesito huir de los peligrosos ataques a mi espacio vital,
del conocimiento que no entiendo,
de la falta de interés, de la apatía y del aburrimiento,
del pseudo verano.
Me alimentaré del descanso mental, emocional
de la dieta mediterránea.
Mi piel mutará en algo que no soy,
algo que finjimos ser durante una época del año
y que tanto nos favorece.
Hablaré de lo trivial, destrivial y atrivial,
quizás mis inquietudes merezcan un descanso también.
Un descanso aparente,
ellas seguirán allí,
durmiendo,
soñando lo que yo vivo, para dentro
de unos días, recordar lo soñado e intentar imitalo.
¡Cómo son, las inquietudes! Te dicen que van al baño
y luego se esconden detrás de un arbusto a leerse
un libro de Paul Auster.
Benditas sean las inquietudes.
Maldigo el día en que se aletarguen,
porque supongo que habré muerto en espíritu.
Etcétera, etcétera, etcétera.


Vacaciones, por favor.