No puedo evitar estremecerme en estos momentos, cuando la vida cotidiana se ha vaciado en casi un 90%.
Rennes llora su ausencia. Yo la consuelo, en vano. No nos engañemos, está mustia sin ellos.
Según alguien, este es el fin de una pequeña etapa. ¡Cuánto fatalismo callejero! Queda mucho por vivir todavía... Pero si tan extrañas nos sentimos la ciudad y yo a estas alturas, ¿qué será de nosotras en junio?
No lo pensemos. Ahora llega la navidad y es la hora de brindar por nuestra nueva vida.
¡Chin chin!
Por ti, Rennes.
2 comentarios:
ai pequeñuela, no sabes cuánto se os echa de menos! a ti, al patillas, a elisarda, y por supuesto a rennes... no te me pongas triste eh? q pasado ya estás en casa.
besitos reina
Ains no me digas eso que me pongo triste. Si sólo llevo dos días en casa y ya os echo de menos... que será de mí en junio? Mejor no pensar y disfrutar el tiempo que aún tenemos por delante.
Pásalo bien en casa!
Besotes
Publicar un comentario