miércoles, 8 de agosto de 2007

Cómo ser original en tres sencillos pasos


La originalidad viene marcada por ver quién es la/el que consigue la combinación más bizarra que nadie haya combinado jamás. Es muy sencillo:

Primero. Abre el diccionario por una página al azar (véase la 478) y escoge la primera palabra que veas (suele encontrarse en la mitad de la página hacia el centro). En mi caso, he encontrado la palabra incultura. He de advertiros de que para este truco de magia que vamos a realizar es necesario un sustantivo.

Segundo. Como bien he dicho al final del primer punto, hemos elegido un sustantivo, ya que la segunda parte de nuestra manualidad consiste en adjetivar dicho nombre propio. Llegados a este punto necesitaremos el típico adjetivo que todo el mundo conoce pero que nadie en su sano juicio emplearía en una conversación de la vida cotidiana. Yo me decanto por el adjetivo ontogénico (iñorantes todos aquellos que no conozcan esta palabra tan asequible).

Tercero. Ahora que tenemos nuestra propia expresión (incultura ontogénica) es fundamental e indispensable encontrar una situación idónea para utilizarla. En nuestro caso, por ejemplo, incultura ontogénica se podría usar, claramente, para referirse al desconocimiento de una verdad tan evidente como estúpida independientemente del tipo de verdad a la que se aplica.


Con este experimento científico ante notario quiero demostraros algo: la originalidad no se busca, ya que si lo hacéis, moriréis de ridículo en el intento.


Con Dios acicuécanos.

1 comentario:

el_fary dijo...

Despues de que su persona comentase en mi querido blog,me encamine hacia aqui raudo y velos.Y que es lo que veo en su perfil:20 años,ourense.Ajam...asi que compartimos dos caracteristicas,edad y ciudad.UUm,¿nos conocemos?