viernes, 17 de julio de 2009

No huyas, vive

No os equivoquéis, que desear con todas las fuerzas del mundo no sirve de nada.

Porque hay decisiones que no las tomas tú, sino que las toman por ti. No las toma nada ni nadie. Simplemente, la decisión queda tomada y chitón, porque la situación lo requiere.

No discutas, porque la decisión, como dice mi madre "tiene la sartén por el mango y puede hacer lo que le venga en gana". Os doy un consejo, nunca contradigáis las aseveraciones maternas, que luego se vuelven contra ti en forma de tu propia conversión en espíritu materno. Me explico: cuanto más trates de autoconvencerte de la premisa 1 ("Yo jamás le diré eso a mis hijos. ¡Qué rabia me da cuando me lo dicen a mí!"), premisa 2 vendrá a darte un coscorrón 3 b (bueno, bonito y barato) que es sorprenderse a una misma diciendo "¿Qué jobar ni qué niño muerto?".

Hay decisiones, que se dan por sentado o simplemente se escapan a tus apetencias o pretensiones. Son las que te gritan "¡Te chinchas, porque yo soy mayor que tú y por eso mando!" Así que te cruzas de brazos todo enfurruñado y te sientas en el sofá para no moverte durante 17 minutos (18 ya aburren).


La vida no es el fin deseado, sino todo lo que te encuentras por el camino.

2 comentarios:

drowningspaces dijo...

Ni mamá ni momó!
Cristina, que te visitan desde Cartago, que internacional me eres :D

Rose E. Renard dijo...

como diría mi santa madre: "nena, tú lo mismo vales para un roto que para un descosido"

no viene al caso, pero qué gran verdaT