No quiero creer que todas estas sensaciones de reminiscencia sean un estado onírico pasajero ni tampoco que no os habéis dado cuenta de que nunca nos habíamos dejado de echar de menos. No, porque no me lo creo.
No me digáis que aquel silencio atronador de la calle os dejó indiferentes porque nunca habíamos experimentado todos juntos (más juntos que nunca) una sensación así, tan pura y tan sincera. Momento en que no hubo necesidad de palabras, pues ya estaba todo dicho. Todo era evidente. Y si pretendéis negarmelo será en vano, pues no me lo creo.
¿Acaso no recordamos que estamos formados los unos de los otros? Porque si es así, lo siento por nosotros, porque entonces nos hemos olvidado de nosotros mismos.
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6 comentarios:
No nos hemos olvidado de todo, es sólo que hemos aprendido a convivir con la continua sensación de nostalgia, y nos hemos acostumbrado a ella hasta tal punto que es, una vez más, parte de nosotros.
Extrañamos del mismo modo en que lo hacíamos hace un año, pero esta vez lo hacemos por personas, situaciones y lugares distintos.
Ya no seríamos nadie si no echáramos de menos. Y eso, en el fondo, es bonito.
Nunca podré olvidarme de mí misma, y te juro que, y viniendo al caso, lo intenté muchas veces!
pero a veces se hace tan evidente que estamos enraizados los unos en los otros...que no sé si ponerme triste o morirme de ganas. no sé.
días como éstos están hechos para pensar. en todo. a veces no sabía como había llegado hasta aquí, ahora lo sé un poco más.
hoy hace buen día... te lo puedes creer?
Simplemente creo que la nostalgia forma tanta parte de nosotros como las personas que nos rodean y es por eso que a veces las oultan
Doris Lessing dijo en un libro: sólo cuando no hay esperanza ni nostalgia está todo perdido.
entra en mi blog ;)
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